SEMES advierte de la complicada situación de los Servicios de Urgencias y Emergencias en España
- Los servicios de urgencias y emergencias cada vez atienden a más pacientes como consecuencia de la situación en la atención primaria, y a esto se añade el hartazgo de estos profesionales ante la falta de reconocimiento de su especialidad médica, que ya es una excepción global.
- La Sociedad Española de Medicina de Urgencias y Emergencias -SEMES- llama la atención, una vez más, al Gobierno de España sobre la necesidad de inmediata de rescatar a la Sanidad para evitar que nuestro país, en 5 años, se encuentre sin médicos en la base del sistema, para dar respuesta a todos los pacientes.
- Actualmente, estos servicios atienden a un 20% más de pacientes de media -incluso un 30% en algunas Comunidades Autónomas- respecto a cifras de 2019 y la previsión es que estos datos vayan en aumento.
- Por otra parte, España continúa sin reconocer la especialidad de Medicina de Urgencias y Emergencias, quedándose atrás respecto a la mayoría de países europeos, países anglosajones y primeras potencias mundiales, y privando al sistema de dar la formación adecuada a los médicos que trabajan en estos servicios.
- El presidente de SEMES avisa “al Gobierno y las Comunidades Autónomas de la necesidad inmediata de la creación de la especialidad de Medicina de Urgencias y Emergencias mediante una Especialidad Primaria, descartando la fórmula del Área de Capacitación Específica -ACE- que supone al sistema un sobre coste no permitido, ni legal ni ético que conllevaría un sobrecoste para cada Comunidad Autónoma de entre 90.746€ y 226.864€ por plaza de médico residente”.
Madrid, a 22 de noviembre de 2022; Desde la Sociedad Española de Medicina de Urgencias y Emergencias -SEMES-, y en representación de los más de 25.000 hombres y mujeres dedicados a los servicios de Urgencias y Emergencias, se advierte de la complicada e insostenible situación que viven estos servicios desde 2019 y que va en aumento sin que el Gobierno de España y las Comunidades Autónomas apliquen soluciones de futuro para el sistema sanitario.
Los servicios de urgencias y emergencias cada vez atienden a más pacientes como consecuencia de la situación en la atención primaria, y a esto se añade el hartazgo de estos profesionales ante la falta de reconocimiento de su especialidad médica, que ya es una excepción global.
Actualmente, estos servicios atienden a un 20% más de pacientes de media -incluso un 30% en algunas Comunidades Autónomas- respecto a cifras de 2019 y la previsión es que estos datos vayan en aumento.
La Sociedad Española de Medicina de Urgencias y Emergencias -SEMES- llama la atención, una vez más, al Gobierno de España sobre la necesidad de inmediata de rescatar a la Sanidad para evitar que nuestro país, en 5 años, se encuentre sin médicos en la base del sistema, para dar respuesta a todos los pacientes, y eso pasa por aprobar la especialidad de Medicina de Urgencias y Emergencias como parte de la solución ante el grave problema de recursos humanos.
Una reivindicación justa, eficiente y legítima
Desde SEMES se insta al Gobierno central y a todos los Gobiernos autonómicos a revisar las razones por las que se solicita, de manera justa, eficiente y legítima, la creación de la especialidad de Medicina de Urgencias y Emergencias mediante una Especialidad Primaria, que no solo dará el merecido reconocimiento al valor del ejercicio de un colectivo de médicos con vocación que ejercen su labor con un compromiso y responsabilidad inquebrantables (incluso en situaciones de altísimo riesgo, tal y como se ha puesto de manifiesto en los últimos años), sino que además, es la única que hará posible la defensa del bien común que, en este caso, no es otro que el derecho a la salud de los ciudadanos y ciudadanas de nuestro país.
El presidente de SEMES, Dr. Tato Vázquez, avisa “al Gobierno y a las Comunidades Autónomas de la necesidad inmediata de la creación de la especialidad de Medicina de Urgencias y Emergencias mediante una Especialidad Primaria, descartando fórmulas alternativas como un Área de Capacitación Específica -ACE- que supondrían un sobrecoste para el sistema injustificable, tanto desde el punto de vista médico, como económico, legal o ético” y confía en el buen hacer de nuestros gobernantes.
Una de las principales razones por las que el sistema no puede decantarse por un ACE es la cuestión económica, ya que es mucho más costoso para el sistema y no solucionaría los problemas de recursos humanos actuales.
El Dr. Vázquez puntualiza en que “respecto a la cuestión económica, desde SEMES, instamos a los Gobiernos a analizar la comparativa económica -disponible para medios- entre ambas opciones donde se pone de manifiesto que la alternativa del ACE conllevaría un sobrecoste para cada Comunidad Autónoma de entre 90.746€ y 226.864€ por plaza de médico residente. Un absoluto despropósito desde el punto de la vista de la eficacia y la eficiencia ya que el objetivo de contar con urgenciólogos bien formados y suficientes se obtiene de manera óptima por la vía de la especialidad primaria.
Aislamiento global
Por otra parte, España continúa sin reconocer la especialidad de Medicina de Urgencias y Emergencias, quedándose atrás respecto a la mayoría de países europeos, países anglosajones y primeras potencias mundiales, y privando al sistema de dar la formación adecuada a los médicos que trabajan en estos servicios.
En concreto, España es una anomalía europea e internacional, y todavía no tiene reconocida la especialidad de medicina de urgencias y emergencias (solo la tiene en el ámbito militar), los estudiantes que quieran ejercer en este ámbito o emigran o se ven forzados a estudiar otra especialidad (principalmente, medicina de familia) que nunca van a ejercer. Así, se permite una dinámica perversa de mal uso de recursos públicos, invirtiendo en la formación de médicos que van a acabar trabajando en otros países o en campos para los que no se han formado debidamente contribuyendo, además, a la inflación de médicos de familia, teniendo un número de médicos de familia irreal, ya que muchos de ellos pasan por la especialidad obligados y sin intención de ejercerla, aumentando con ello al déficit actual de médicos para los centros de salud.