QUEMADURAS DOMÉSTICAS
A diario estamos expuestos a sufrir un accidente en el hogar: una salpicadura de aceite, el contacto con la plancha o con el horno caliente, incluso un pequeño cortocircuito que provoca un chispazo y una llamarada, son algunos de los ejemplos de accidentes que pueden llegar a ocasionarnos una quemadura.
Las quemaduras que podemos tratar en casa son aquellas que nos producen un eritema (enrojecimiento) en la piel, conservando su integridad; son las llamadas quemaduras de primer grado. Las quemaduras de segundo grado son aquellas que ocasionan que la piel se abra o se forme una ampolla. Su tratamiento dependerá de la extensión y zona afectada. Las de tercer grado implican destrucción de tejidos más profundos. Este último tipo de quemaduras deben ser tratadas siempre en centros sanitarios.
Ante una pequeña quemadura debemos actuar con rapidez, sigue estos consejos:
- Aléjate de la fuente de calor. Apaga el fuego de la cocina, desenchufa la plancha, etc.
- No dejes una sartén al fuego sin atención. Si la sartén se incendia, nunca trates de apagarla echando agua, el aceite reacciona de una forma violenta en contacto con el agua. Cúbrela con una tapadera o con un trapo húmedo. Si tienes un extintor cerca es la mejor opción para apagarlo. Nunca lo «abaniques», puesto que se acelerará la combustión.
- Enfría la piel lo antes posible, con agua corriente, si puede ser bajo el grifo o ducha a temperatura ambiente, unos 10-15 minutos. Es importante retirar ropas, joyas y todo aquello que mantenga el calor. Si la ropa se ha quedado pegada a la piel, entonces no hay que despegarla.
- Evita los remedios “populares” (pasta de dientes, barro, etc), alguno de ellos son muy peligrosos.
- Seca la piel con cuidado, sin frotar, con pequeños toques. Si han aparecido ampollas, no las rompas, si son dolorosas, requieren ser valoradas por un profesional de la salud.
- Dependiendo de la extensión, zona afectada, dolor, gravedad… acudir a un centro asistencial o llamar al 112.
- Si la lesión es pequeña, de primer grado o pequeñas lesiones de segundo grado superficial, tras refrescarla y secarla, cubrirla con un apósito limpio. Si tienes algún apósito impregnado específico para quemaduras también puedes usarlo.
- Es conveniente tapar la quemadura para que la cura se efectúe en ambiente húmedo. Hay que levantar el vendaje cada día y si no se observa mejoría acudir a un centro de salud. Existen pomadas específicas que te pueden recomendar los profesionales de la salud, siempre valorando su uso de manera individual.
- En pacientes de edad avanzada o niños pequeños este tipo de lesiones se deben valorar siempre por profesionales sanitarios, su piel, circulación e hidratación son diferentes y deben ser valorados de forma individual.
- Las quemaduras en zonas delicadas como genitales, cara… deberán ser siempre valoradas también por profesionales sanitarios.
Os dejamos un vídeo de Fundación Mapfre y APTB donde nos enseñan a cómo actuar en caso de que se produzca un fuego en nuestra cocina.
Fuentes:
Tratamiento inicial quemaduras. SAMUR
Guía de prevención y cuidados a las personas con quemaduras. Junta de Andalucía
Curar una quemadura. El Blog De Rosa