ARTÍCULO: Julián Ezquerra secretario general de la Asociación de Médicos y Técnicos Superiores (Amyts)
Gestión de la Urgencia Hospitalaria. Una deuda pendiente de saldar
No quiero remontarme a los inicios de la creación del Sistema Sanitario y los grandes hospitales que se han ido construyendo por todo el territorio nacional. Al igual que la implantación y desarrollo del modelo de Atención Primaria supuso una mejora indiscutible e incontestable en la accesibilidad de los pacientes al sistema sanitario, la extensión de los hospitales supuso también un acceso rápido, cercano y eficiente, que ponía las más avanzadas técnicas al servicio de los pacientes, con independencia del lugar de residencia.
Los hospitales, daba igual si era un pequeño comarcal o un gran Hospital Universitario, tenían un servicio de urgencias, que daba respuesta inmediata a las necesidades asistenciales urgentes de la población de referencia. No todos los centros hospitalarios son iguales, no todos tienen todos los servicios; los hay Universitarios, los hay dotados de todas o casi todas las especialidades, investigadores, o pequeños comarcales con servicios más básicos, pero todos ellos tienen algo en común: EL SERVICIO DE URGENCIAS.
A lo largo de estos años, los servicios de urgencias hospitalarias se han desarrollado de forma clara y evidente. Se han profesionalizado, hasta el punto de que ya no se discute que es un servicio más del hospital, que tiene su propia plantilla, y con la que colaboran el resto de facultativos con sus guardias. Pero se ha creado una figura que ya es incontestable y que aún no teniendo su especialidad reconocida, incluso inmersa en una batalla legal por su reconocimiento, nadie duda que tiene un cuerpo de doctrina y cientos de profesionales. Me estoy refiriendo a los URGENCIOLOGOS, y esto me vale también para los que prestan este servicio en el ámbito de la urgencia extra-hospitalaria.