Este grupo trabaja para ayudar a las personas que conviven con animales de compañía y que son asistidos en los Servicios de urgencias y emergencias. Que según el estudio del Ministerio de Agricultura y Pesca y Alimentación, son 4 de cada 10 hogares españoles.
Un porcentaje nada desdeñable de los servicios de emergencias prehospitalarios y hospitalarios se realizan a personas que tienen mascotas, perros y gatos en su mayoría.
Este tipo de servicios en la actualidad no está cuantificado, ni se refleja en ningún documento.
En ocasiones el usuario deniega ser asistido si ello conlleva un traslado hospitalario y dejar sin asistencia a su mascota. Otras veces, el estado del usuario hace necesario su traslado, dejando el animal sin responsable a su cargo.
El personal de urgencias y emergencias prehospitalarias no disponen de un protocolo ante este tipo de situaciones y en la mayoría de casos, este tipo de actuaciones se solventan por la buena fe o la colaboración ciudadana o de la policía local de cada municipio. Y en caso de accidentes de tráfico, el seprona de la guardia civil.
Del convenio europeo de aplicación 1 de febrero de 2018 de protección de animales de compañía existe la obligación de no dejar en desatención a un animal de compañía.
Si bien, cada CCAA dispone de una ley propia de bienestar y protección animal, muchas de ellas no tienen contemplado los supuestos de quien brinda los cuidados y la asistencia a los animales en este tipo de situaciones, cuando su propietario no puede proporcionarle los cuidados necesarios.
Se hace necesario crear una serie de protocolos y actuaciones adaptadas a cada CCAA y avalades por nuestra Sociedad científica para poder dar respuesta a esta necesidad.