La enfermedad coronaria (EC) es la causa principal de mortalidad en la población española desde hace más de 30 años, siendo responsable de aproximadamente un tercio de todas las muertes en sujetos mayores de 35 años. Se estima que cada año la enfermedad cardiovascular causa, en total, unos 4 millones de fallecimientos en Europa y 1,9 millones en la Unión Europea, la mayor parte por EC, lo que supone un 47% de todas las muertes en Europa y el 40% de la Unión Europea. El coste total estimado de la enfermedad cardiovascular en Europa es de 196.000 millones de euros anuales, aproximadamente el 54% de la inversión total en salud, y da lugar a un 24% de las pérdidas en productividad.
Los síndromes coronarios agudos (SCA) son la manifestación clínica más frecuente y nociva de la EC y en muchas ocasiones es una patología tiempo dependiente donde una asistencia inmediata y optima por los servicios de Emergencias y Urgencias va a suponer un mejor pronostico del paciente así como evitar muertes por Fibrilación Ventricular.
Se presentan en un espectro clínico muy amplio que varía desde la angina inestable (AI) al infarto agudo de miocardio con elevación del ST (IAMCEST). En los últimos años la proporción de pacientes con SCA con elevación de segmento ST (SCACEST) ha disminuido, mientras que la proporción de pacientes con SCA sin elevación del ST (SCASEST) ha aumentado. Este grupo de pacientes tienden a ser de mayor edad y con una EC más extensa y teniendo en cuenta el envejecimiento estimado de la población se prevé un aumento del porcentaje de pacientes con SCASEST en las próximas décadas.