El Día Internacional de Medicina de Emergencia, promovido por la Sociedad Europea de Medicina de Emergencia (EUSEM), regresará el 27 de mayo, por tercer año consecutivo
La sociedad científica internacional organiza este día para para promover y crear conciencia entre la población general como en las instituciones, así como crear conciencia en todo el mundo sobre cómo un Sistema de Medicina de Emergencia bien organizado aumenta la posibilidad de supervivencia de los pacientes, reduce la tasa de discapacidad después de la asistencia médica emergencias, y ayuda a contener los gastos económicos de Sistema de Salud en todos los países. Por esta razón, el servicio debe ser gratuito y accesible para todos en el mundo y debe cumplir con los más altos estándares de calidad posibles.
¿Por qué el 27 de mayo? El día de la medicina de emergencia es el 27 de mayo, ya que fue la fecha en la que en 1994 (Londres) un grupo de médicos dedicados al desarrollo de la atención de emergencia, en representación de varios países europeos, firmó el acto de fundación de la Sociedad Europea de Medicina de Emergencia. El objetivo era construir un modelo de sistema para garantizar a todos los ciudadanos europeos una respuesta profesional, competente y oportuna a cualquier condición de emergencia de salud aguda.
Covid-19: la emergencia sanitaria internacional ha hecho aún más evidente el papel central que desempeña un servicio de urgencia y de emergencia gratuito y accesible. Un sistema que debe basarse en habilidades profesionales compartidas y certificadas para garantizar, tanto en situaciones ordinarias como extraordinarias, un manejo eficiente de la salud y seguridad de los ciudadanos.
El tema 2020: para un sistema de emergencia eficaz, solicite más: médicos, enfermeras y más servicios. La escasez de médicos y enfermeras en medicina de urgencia es un problema global que afecta a muchos países del mundo: en España, según la Sociedad Española de Medicina de Urgencias y Emergencias (SEMES), la ausencia de la Especialidad Vía Mir reconocida y la infradotación y la no expectativa de relevo en estos servicios, compromete el derecho universal a la salud, ya que no hay suficientes recursos ni profesionales con la formación adecuada para garantizar el tratamiento más efectivo en el menor tiempo posible. Necesitamos más médicos, más enfermeras y más técnicos de emergencias porque el derecho a la asistencia médica debería ser una posibilidad real para todos.